Al igual que una ballena engulle el agua de mar , tengo la misma sed curiosa. El juego plástico entre la fotografía y la pintura me permite sentir esa corriente de agua limpia salada, fría y oscura para encontrar los reflejos de luces y convertirlos en color. La ambición no tiene limite si mantienes esa sed para inventar y provocar sorpresa a quien le motive mis imágenes.